¿Qué sucedió en esos pocos días? Lo que paso en gran parte del mundo puede ser una respuesta, pero que le pase a muchos no necesariamente significa que deba pasarle a todos.
La falsa sensación de bienestar que brindaban los números que estaban cerca de los 20-30 pacientes pudo haber influido en una especie de “bajar la guardia”, algo que el personal de salud no puede darse el lujo de contemplar como una conducta de nuestra parte.
Ellos más que nadie saben lo que es luchar contra esta pandemia: horas interminables de guardias, espera exasperante por la llegada de nuevos pacientes, angustia de ser pasible del contagio del virus y el consiguiente peligro para su vida y la de seres queridos.
¿Saben todos las medidas de seguridad que se deben implementar? Es como preguntar si alguien supone que cruzar la calle con los ojos cerrados no te puede ocasionar una fatalidad.
Por eso es poco razonable sostener que necesitamos mas recomendaciones. Las tenemos, las conocemos, la escuchamos y vimos hasta el hartazgo.
Lo que necesitamos es evitar estar dentro de las generales de la ley y no fomentar la “segunda ola”; hacer las cosas como los protocolos recomiendan: si dice usar tapacobas para estar con otros, usarlo aunque haga calor; si recomiendan lavarse las manos, no dudarlo. Si dicen que la capacidad de los lugares cerrados debe estar acotada, no desafiarlo. Si internacionalmente aconsejan reducir la cantidad de mesas de lugares gastronómicos, cumplirlo. Si las reuniones sociales deben ser con “la burbuja”, hacerlo.
La llegada de la vacuna de diferentes laboratorios le hará sin dudas un daño irreparable al virus, pero todavía no se vacunó la mayoría de la población; hay lugares donde todavía ni siquiera comenzó.
Mientras tanto, mientras la pandemia siga su curso, nuestras conductas individuales harán la diferencia. Nuestra responsabilidad nos hará diferentes, como lo fueron en su momento ciudades que parecían inexpugnables al virus, hasta que las conductas sociales se distrajeron.
Hoy afortunadamente hay 8 respiradores en UTI sin ser utilizados, pero el recuerdo de agosto-setiembre-octubre sigue siendo muy doloroso.