La víctima del robo hizo la denuncia en las comisarías de Chivilcoy y Bragado, sin embargo, no han recuperado el rodado a pesar de haber individualizado a los delincuentes y el lugar donde estaba el rodado.
En la edición del pasado domingo, se publicó el robo de una moto que estaba estacionada en la avenida Sarmiento, propiedad de un trabajador de una heladería.
A raíz de versiones respecto a dónde podría estar el rodado, la víctima, Thomás Cagianesa y su padre, Franco Lafuente, viajaron hasta la ciudad de Bragado, donde hicieron la denuncia, así como en la Comisaría Primera de Chivilcoy.
En una imagen de video de una cámara de seguridad se ve a un sujeto que pasa por el estacionamiento de las motos en una oportunidad, deja pasar unos minutos, regresa y toma el rodado. Luego de romper la traba del motovehículo, se la lleva corriendo.
El hecho es que al día siguiente, domingo 16, la moto es encontrada en el barrio FONAVI de la ciudad vecina, se individualiza al presunto autor del ilícito a través de las redes sociales y el lugar donde está la moto, sin embargo, de acuerdo a los damnificados, las autoridades policiales no se hace nada para recuperar el rodado. Pero además de todo esto, Cagianesa recibe mensajes de los delincuentes, burlándose, insultándolo y le expresan que nunca recuperará su moto.
Sin respuestas
Thomás Cagianesa, en sus redes sociales, expresa que el sábado 15 de junio, “me robaron mi Honda Wave S Full, en avenida Sarmiento 60 (el) mismo día presenté pruebas con nombre y apellido de quiénes eran los ladrones. En estas pruebas mostré videos, fotos y mensajes donde decían quiénes la tienen, la policía aún no hizo nada, no se movilizó en ningún momento, ninguno me da respuestas de nada, sólo palabras como ‘te vamos a estar avisando’, ‘cuando tengamos algo te avisamos’ y así. Sólo quiero recuperar mi moto y no molestar a nadie, pero la Policía de Chivilcoy no hace nada y la de Bragado menos. Estamos sin protección alguna”.
Franco Lafuente, expresó a LA RAZÓN que “en menos de 12 horas sabíamos dónde estaba la moto, nombre y apellido del delincuente pero nadie se calentó, le contestan del otro lado y se le ríen. Lamentablemente no creo que la encuentren más la moto, ya la habrán hecho desaparecer.
Sólo nos queda esperar un milagro” y agregó que “no entiendo si esto es un arreglo con la policía o la burocracia, pero si le estás diciendo dónde está la moto, es increíble”.