Según el artículo publicado por el diario La Nación, ello, por no haber contado con precipitaciones importantes desde abril; el momento también es crítico para la ganadería
En términos climáticos, y más allá de algunos milímetros caídos a mediados de semana, hay una línea divisoria con la disponibilidad de humedad en la región pampeana: de Junín/Bragado hacia el oeste hay un déficit hídrico serio por no haber contado con precipitaciones importantes desde abril. Tanto las tierras para cultivo como los campos de pastoreo del oeste de Buenos Aires, La Pampa, San Luis, Córdoba y del centro y el norte de Santa Fe están necesitando agua imperiosamente. De Junín hacia el Atlántico la situación es distinta, porque los campos recibieron lluvias en las últimas semanas.
Al oeste de Junín, los trigos están sufriendo la falta de humedad; la ganadería está pasando por un momento crítico, y la siembra de maíz está parada. El productor Juan Balbín, de General Villegas, dice que “cada día que pasa con altas temperaturas y sin lluvias se comprometen más los rindes de trigo, que ya comienzan a encañar”.
Así, la cosecha se está jugando día a día. “Si llueve en las próximas jornadas se podrá mantener el potencial de rinde, pero si eso ocurre recién después del 10 de octubre se empezará a hablar de media cosecha y cero humedad para la siembra de soja de segunda, combinada con la posibilidad de un evento Niña”, alerta el empresario.
Complicaciones varias
La ganadería está pasando un momento crítico porque la primavera no arranca. Si bien hay radiación solar, falta la otra condición para el crecimiento de los pastos: la disponibilidad de humedad. “Tanto los campos naturales, como las pasturas consociadas no tiran todavía y solo la alfalfa rebrota, gracias a su sistema radical que le permite extraer agua en profundidad, aunque en estos días tiene gravísimos riesgos de empaste”, advierte Balbín.