La nota que lleva las firmas de los ingenieros Armando Alfonso y Anibal Grosso, señala:
“Un problema sanitario: Bragado vive un grave problema, causado por vecinos indolentes, albañiles irresponsables y funcionarios ineficientes; la red de desagües pluviales.
Esta red está destinada a evacuar solamente agua generada por lluvia, pero hoy está absolutamente contaminada por las heces de vecinos que han conectado su instalación cloacal interna a la misma. Seguramente existen vecinos que ignoran estas circunstancias, porque el albañil efectuó el trabajo displicentemente y para ahorrarse unos metros de cañería sin comentarle la realidad a quien lo contrató para la tarea; pero sabemos que hubo vecinos que por ahorrarse un peso, con su indiferencia han arruinado un sistema que no está pensado para esta función. El desagüe pluvial es una cañería de baja pendiente, pues su objetivo es lograr que el agua superficial desaparezca rápidamente y luego sea conducida más lentamente hacia los lugares más bajos, evitando de ese modo inundaciones en estos sectores; además la condición de baja pendiente hace que los sólidos queden adheridos al fondo de la cañería. Por ello el olor nauseabundo que recorre las calles Avellaneda, Falcón y algunas otras más de nuestra ciudad.
Cuando vecinos preocupados han concurrido a ABSA, los funcionarios de la empresa han minimizado el problema con una excusa; la cañería pertenece a la Dirección de Hidráulica y el mantenimiento de la misma está a cargo de la Municipalidad.
Esto es cierto parcialmente, la Municipalidad está obligada a mantener limpias las bocas de tormenta, sumideros, ventilaciones y cañerías; si, pero de yuyos y tierra que pudieran ingresar al sistema, no de residuos cloacales. La responsabilidad de que se esté utilizando los desagües pluviales para cloacas es de ABSA, que además, creemos por el olor que se desprende en ciertos lugares, debe tener rota alguna colectora que atraviesa el pluvial suspendida por hierros con el agravante que en muchos casos son caños de cemento que llevan mucho tiempo allí instalados.
¿Esto es fácil de resolver? Creemos que sí. Entendemos que el Municipio puede solicitar en préstamo o alquilar un robot que recorrería las cañerías y donde se detecte una conexión clandestina se intimaría al propietario y a ABSA, por un plazo de treinta días y si cumplido ese plazo no se le dio solución, obturar la conexión. La solución es dura, pero no cabe otra.
¿Qué han dicho las sucesivas Secretaría de Salud sobre este tema? Pues, nada. No parece ser un problema tener un canal con residuos clocales atravesando el pueblo contaminando todo, que además al finalizar se transforma en un canal a cielo abierto. La probabilidad de epidemias está latente. ¿Qué esperamos? ¿Qué lleguen?
El Departamento Ejecutivo municipal debe resolver este problema que está, relativamente, en el centro de la ciudad y todos lo notamos. Si ABSA no responde al reclamo del intendente porque corresponde hacerlo, que el Municipio inicie el juicio correspondiente, que los vecinos perjudicados (que somos muchos), sintamos que nuestro Intendente también nos defiende a nosotros.
Además, si lográramos limpiar los pluviales podríamos construir en la zona del canal Falcón a cielo abierto una zona de paseo y recreación en vez de mantener un yuyal”.
LA IMAGEN ES ILUSTRATIVA/ARCHIVO