El rector de la UNNOBA, Guillermo Tamarit, hizo un balance del estado del conflicto entre las universidades y el gobierno nacional, luego de la segunda Marcha Universitaria y del veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario.
“Lo que sigue es ponernos a discutir el presupuesto 2025, esperemos que nos acompañen el mismo número de diputados que antes lo hicieron con la Ley”, dijo Tamarit en la sesión de Consejo Superior y añadió: “Esperamos tener presupuesto”.
“Esta discusión no ha terminado, sigue”, aseguró el rector, quien además exhortó al colectivo universitario por la generación de nuevos modos de reclamo: “Las marchas y paros tienen un impacto inicial importante para manifestar el acompañamiento de la sociedad, pero no pueden ser la ‘saga continua‘, ya que los que pierden son los estudiantes. Hay otras metodologías que pueden tener un impacto importante”. En ese sentido, se dirigió al colectivo de docentes y no docentes de la UNNOBA: “Pedimos un esfuerzo más, para garantizarle a las familias de los estudiantes que van a desarrollar las actividades académicas y terminar el año”. No obstante, aclaró: “Esto no significa abandonar ningunas de las discusiones”.
En ese sentido, Tamarit criticó duramente al gobierno nacional porque, según sostuvo, “se relaciona con las universidades en clave de conflicto”, a partir de una serie de enunciados falsos: “Primero se hablaba de adoctrinamiento por parte de las universidades y hacia los estudiantes, luego se les cuestionaba la transparencia, después que faltaban el 50% de los estudiantes inscriptos. El presidente dijo que la universidad era de los ricos, luego se desdijo de esta afirmación falsa. También se planteó desde la Jefatura de Gabinete que las ‘tomas de universidades’ habían sido el inicio de la subversión en los setenta y que esta modalidad parecía ser el inicio de aquello. La ministra de Seguridad comentó, además, que los estudiantes iban a las marchas con bombas molotov… Hay toda una secuencia en que el gobierno pone en primer lugar el conflicto y deja de lado lo importante que hay que discutir”.
Por el contrario, de acuerdo al rector de la UNNOBA, “no se conoce la opinión del gobierno en casi ninguno de los temas relacionados con la educación”, y ejemplificó alguno de ellos: “cuáles son las carreras prioritarias, la metodología de enseñanza, la extensión de las carreras”.
En esa línea, Tamarit puso de relieve dos problemáticas que inciden en la calidad universitaria y sobre las que el gobierno “no busca acuerdos”: el atraso salarial de los docentes y no docentes, y el desfinanciamiento de la ciencia argentina, estimado en un 88%.
¿Las universidades no quieren ser auditadas?
En el discurso que brindó Tamarit ante los consejeros superiores de la UNNOBA, se refirió, también, a uno de los argumentos falsos empleados para desacreditar a las universidades: la supuesta falta de transparencia. “Nosotros siempre nos hemos sometido al control y a las auditorías, porque el rendir cuentas es inherente a toda actividad pública. Es lo que hace a la función de cualquier organismo estatal”, remarcó. Por eso, Tamarit valoró que el gobierno nacional haya tomado la iniciativa de volver a hacer funcionar la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), el órgano de control interno del gobierno nacional que tiene por función auditar la gestión pública.
Puntualmente, en el caso de la Universidad que preside, Tamarit recordó que “de acuerdo al índice de transparencia del propio gobierno, la UNNOBA está en 4º lugar entre las universidades públicas y en lugar 26° entre más de 200 organismos dependientes del Poder Ejecutivo nacional”. “Es decir, su índice de transparencia está muy por encima de la mayoría de los organismos públicos, e incluso es superior a la Jefatura de Gabinete y a la Secretaría Privada de la Presidencia”, resaltó el rector de la UNNOBA.
Tamarit subrayó que la UNNOBA, además de someterse al control de la SIGEN en los gobiernos anteriores y seguir las pautas sugeridas, ha convocado a organismos independientes para ser auditada, con el objetivo de mejorar la calidad de sus actividades. “Por ejemplo, hace muchísimos años que nos sometemos a auditorias del organismo certificador IRAM”, comentó. Sobre este punto, se refirió a la reciente visita que tuvo la UNNOBA, el pasado 18 de octubre, en la que se auditaron 9 procesos críticos de la Universidad, de acuerdo a las Normas ISO: “Los procesos se encuentran certificados actualmente y se obtuvieron nuevos informes favorables, destacando particularmente el compromiso del personal de la UNNOBA, la calidad del trabajo, la consciencia de los trabajadores en las implicancias de su tarea, la eficacia, la eficiencia, el liderazgo”, enumeró el rector.
“Hacemos esto por convicción (auditorías) y no nos vamos a someter a fiscalizaciones de quienes no corresponden que las hagan, porque atrás de estos discursos el gobierno no persigue la transparencia, sino que tiene un plan de desprestigio de las instituciones universitarias públicas. No vamos a ser cómplices de semejante aberración”, advirtió Tamarit y añadió: “En la medida que las reglas de juego provengan de organismos independientes que cumplan su función, nos parece correcta la dirección. Sin embargo, no vamos a permitir que se nos ‘haga trampa’ con el objetivo de impugnar la actividad de la universidad pública”.