Columna de opinión de Fernando Neri (concejal mandato cumplido). Como comunidad, no podemos dejar de preguntarnos por qué, en momentos donde se requiere claridad, el Intendente Barenghi elige el silencio.
Mientras desde el Concejo Deliberante se cuestiona un gasto millonario concentrado en un solo proveedor, su única aparición pública fue en una reunión partidaria, expresando su apoyo a Cristina Fernández de Kirchner.
Nada se dice sobre lo que realmente importa a nivel local. Ninguna explicación sobre el manejo de los recursos, ni una palabra sobre la denuncia.
Tampoco hubo respuestas cuando, meses atrás, la secretaria de Desarrollo Social dejó su cargo tras denunciar situaciones graves dentro del entorno del gobierno municipal. Fue un hecho serio, que ameritaba al menos una reflexión institucional.
No se trata de discutir ideologías. Ni de Cristina, ni de partidos. Se trata de la responsabilidad de gobernar. Porque mientras algunos dirigentes insisten en repetir discursos que ya no representan a la mayoría, la ciudadanía sigue esperando lo más básico: que se gestione con honestidad, que se rindan cuentas y que se esté presente.
Bragado no necesita dirigentes enfrascados en disputas nacionales. Necesita un gobierno que escuche, que explique, que trabaje de cara a la gente. Cuando las prioridades se desordenan, es la comunidad la que termina pagando las consecuencias.
Estamos a tiempo de corregir el rumbo. Pero eso requiere algo simple y profundo a la vez: respetar el vínculo con los vecinos. Y eso empieza, siempre, por estar presente, sobre todo cuando se exige certeza, liderazgo y credibilidad.